He estado ahí. Si tienes un trabajo al cual te estresa ir cada mañana, con compañeros que no hacen más que darte más tareas de las que debes cumplir, y con jefes que sólo sacan a relucir lo malo en tí… es un mal trabajo.
No importa cuánto dinero te dé (probablemente sólo te quedes por ello). Está succionándote la vida, creeme.
El estrés laboral y – sobre todo – el maltrato laboral, son un mal muy común que no deberías soportar. Sé que las necesidades y la seguridad de cobrar un sueldo a fin de mes pesan, Y MUCHO.
A mí me costó más de un año darme cuenta de que estaba sufriendo maltrato laboral y todo el mundo me decía que deje mi trabajo. Yo no podía creer lo que escuchaba, ¿dejar mi trabajo? No!
Pero finalmente me vi forzada a hacerlo cuando empezó a afectar mi salud de muchas formas distintas. Y sonará extraño, pero no he sufrido ni un resfriado fuera de ese ámbito laboral que me estaba drenando.
Así que, toma la iniciativa, habla con tu jefe sobre lo que te hace mal y si eso no cambia las cosas, simplemente RENUNCIA. Prometo que hay otros peces en el mar que querrán hacer uso de tu competencia y experiencia.