POSITIVIDAD CORPORAL: TU RELACIÓN CONTIGO


Nuestra relación con el propio cuerpo no suele ser protagonista en las páginas de las revistas de moda. Sólo un daño colateral de este arte milenario y reflejante de tantas culturas e historia. Y sin embargo, lo único que subyace a las elecciones de moda es justamente esto. ¿La positividad corporal llegó para quedarse?

Queremos pensar que sí, en especial porque con la democratización del acceso a la información a través de internet y los teléfonos móviles, hay multitud de chicas de distintas tallas y estilos que muestran orgullosas sus elecciones de moda, trucos para usar lo que quieras «aunque no puedas», y tips para combinar mejor (tanto colores como formas). ¡Y amamos eso!

Es que la positividad corporal no fue una moda ni es una conveniente editorial casual de series y revistas. Se trata de comprender la profundidad que tiene el impacto de nuestra imagen en nosotras mismas.

No fue hace mucho que entendí que buena parte de cómo vemos y tratamos a nuestro propio cuerpo tiene que ver con el ejemplo de nuestras madres. Antes de los 6 años, nuestro subconsciente absorbe lo que vemos y escuchamos – principalmente de nuestros padres – como si fuera una verdad absoluta e irrefutable. Así que si vemos a nuestra madre en una mala relación con su cuerpo, nuestro subconsciente creerá que así es como debe ser.

Piénsalo: ¿Cómo era la relación de tu madre con su imagen? ¿La veías cuidarse y consentirse? ¿O te ha enseñado expresamente a tomarte un tiempo para tí? Estoy segura que, para el 80% de nosotras, sino más, no ha sido de esa forma. Sí, seguro te peinaba y te ponía vestidos hermosos, pero los niños aprenden con el ejemplo que damos. Así que mientras tu madre se encargaba de que tú luzcas increíble… ¿Qué hacía para ella misma?

Este mes vamos a dedicarlo a ir desde adentro hacia afuera. Un poco de introspección puede terminar en una imagen segura y avasallante. ¿Te apuntas?

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