El abuso también puede tomar distintas formas.
Llamamos abuso sexual a la acción de forzar a una persona a tener relaciones íntimas, sin importar el grado de éxito que la acción tenga.
También conocemos el abuso físico, que no necesariamente es violencia física, sino que describe el acceso físico que una persona tiene de nuestro espacio corporal. El encierro, o intervenir nuestro cuerpo sin permiso son claros ejemplos.
El abuso entre niños es conocidos como Bullying, y puede ser verbal, psicológico o físico. El abuso entre trabajadores, o de sus jefes hacia ellos es conocido como abuso laboral.
Podríamos seguir dando ejemplos, pero no acabaríamos nunca. Se trata de empujar ciertos límites de otras personas, yendo más allá de lo permitido. El abuso de confianza también está incluido.
Evitar, prevenir y detectar este tipo de violencia social es tan difícil como hacerlo con la violencia en relaciones cercanas. Por eso es siempre importante mantenerte en contacto con personas confiables, amigas de la infancia, familiares cercanos, etc. Ellos podrán darte una opinión sincera y objetiva.
Sí es importante que una vez que lo detectes, pongas en claro cuáles son tus límites, y te alejes del abusivo. Siempre habrá otro amor, otra amistad, otro trabajo, otro colegio a donde ir. Nadie sana en el mismo ambiente en el que se ha enfermado.